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viernes, 11 de noviembre de 2016

Miriam Papaleo duerme en las pestañas de un colibrí- Por Cristina Castello

«Colores», de Miriam Papaleo,  un grito del silencio


 «El cielo, el mar, la luna»: ojos que nos miran.
Tanta luz. Infinitud. 

Porque Miriam Papaleo conoce las técnicas y las respeta, puede burlarse de ellas, privilegio de pocos artistas.
Su lenguaje, siempre sutil en su intensidad, puede ser un grito o un silencio; y es muy difícil pintar  el silencio. En «Colores»,  descubrimos el universo detrás de universos que crean las obras de Miriam Papaleo.
El lenguaje crea mundos, ¿qué mundos crea el lenguaje de sus pinceles?
Las respuestas, y los interrogantes de cada espectador -pues el arte plantea preguntas- están aquí, en estas obras.  
 «Explosión orgásmica», Miriam Papaleo
Pero, ¿quién es este ciclón/artista nuestra, Miriam Papaleo? ¿Qué es esto de que, en la mitad de su vida, aparecen sus colores y nos llevan por finitudes e infinitudes? En la mitad de su vida…
, por Gracia, en la mitad de su vida.
Y digo esto porque lo digo con Rainer Maria Rilke:
«Para escribir un solo verso, o dar una sola pincelada, (agrego yo), es necesario haber visto muchas ciudades, hombres y cosas; hace falta conocer a los animales, sentir cómo vuelan los pájaros y saber del movimiento de las flores al abrirse por la mañana. Para escribir un solo verso, o dar una sola pincelada (agrego yo), es necesario poder pensar en caminos de regiones desconocidas, en encuentros inesperados, en despedidas, en días de infancia, en mañanas al borde del mar… en noches de viaje que temblaban muy alto y volaban con todas las estrellasEs necesario tener recuerdos de muchas noches de amor; es necesario –aún- haber estado al lado de los moribundos… y  es necesario haber permanecido sentado… junto a los muertos.  Es necesario saber olvidar los recuerdos, cuando son muchos, y tener la paciencia de esperar que vuelvan. Pues los recuerdos mismos, no son aún recuerdos, hasta que no se convierten en nosotros mismos: sangre, mirada, gesto.
Recién entonces puede suceder que, en una hora muy rara, se eleve la primera palabra de un verso o la primera pincelada, (agrego yo)…» (1)
Miriam Papaleo, en la mitad de su vida y cuando ya vio tantos cielos y tantas  lunas,  cuando ya vio tantos ojos que se abrieron a la vida… y algunos, amados, que se cerraron para siempre.
En la mitad de su vida,
nos muestra sus pinceladas, como si hubiera  sido una seguidora aplicada, del Maestro Rilke.

Pero no.
Seguidora de nadie.   
Miriam y parte de su familia, amada. Su continente y  mucho de su contenido

Libre Miriam, con los colores que ella misma prepara con sus espátulas, salpicados, rodillos, esponjas…
Libre para pintar lo que siente y ajena a todo «ismo».
Libre, inclasificable…  tiene un arco iris en el bolsillo y, entre sus colores -y en algunos casos, bajo la apariencia de la abstracción-, se adivinan rostros humanos, miradas… huellas. 
Puede, incluso, pintar la pavura, como en «Danza de escorpiones» o «En la puerta del infierno», y puede con ellos atreverse al negro –al negro, la ausencia de todo color-  y poblarlo de luz.
Acechada por su necesidad de equilibrio, Miriam, siempre.
«Explosión orgásmica» y «Destellos» -obras que recomiendo mirar de cerca y atentamente- , son un haz de tinieblas luminosas surgidas de sus manos; quizás un ansia de Absoluto, sólo quizá… ¿ansia consciente o no?
Con Andrea Barbieri,
 directora de
  Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación
No lo sé, pero unas palabras del artista Eduardo Bendersky me responden: «el arte –me dijo alguna vez en alguna entrevista periodística- se manifiesta a través de sus propias metáforas, busca las causas primeras, distingue lo real de lo ficticio, y encuentra su sentido en lo invisible».
Habitada por la luna, Miriam.  «Luna llena en el bosque», por ejemplo, trabajo donde moran seres metafóricos, sólo visibles con una honda mirada interior. 

Y el misterio…
Sin misterio no hay arte. 
El misterio en todas sus obras, pero sobre todo, en esa obra: «El cielo, el mar, la luna» (ver foto arriba).
Esa luna navegante que nos alumbra, ahora y aquí. A todos.
Esa luna que son ojos, los ojos más puros que nos miran.
Ojos, luna, Miriam: el misterio.
El misterio, «la única certidumbre», según Paul Gauguin,
Y basta de palabras, cierro esta página, para que las miradas se multipliquen en ustedes; para ver esta obra, esta desnuda y muy potente levedad que unge la vida. Gracias Miriam, bellísima durmiente en las pestañas de un colibrí.

Cristina Castello  - 11/10/2016
Yo, Cristina Castello, en el momento de presentar la Expo

(La exposición –organizada por la Dirección de Cultura de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación se inauguró el 7 de octubre de 2016. Lo anterior, son algunas de mis palabras, cuando presenté la exposición)




(1) (Traducción/versión libre que hice del francés, a partir de un fragmento Rainer M. Rilke, en «Los cuadernos de Malte de Laurids Brigge »).


La obra de Miriam Papaleo: un desafío a estar despiertos, según mis ojos ven
Pequeño vídeo de la muestra, clic AQUÍ

La muestra está abierta al público hasta el 14 de octubre de 2016
Fotos: Graciela Bordón y André Chenet.


martes, 1 de noviembre de 2016

«Yo, Picasso»: genio y chamán, por Cristina Castello


El «Guernica»— ese extracto de universo sin palomas
El «Guernica»— ese extracto de sangre, rebeldía y llanto

«Yo, Picasso» era su frase favorita. Fue un desesperado por la vida y la arrasó. No tuvo límites. Ni para crear, ni para doblegar. Ni para beberse el arte, el alcohol y los burdeles; ni para encerrarse en silencio, para crear. El 8 de este abril se cumplen los treinta y seis años de su adiós (¿A Dios?). Hoy  grita, gime, increpa y resiste desde el «Guernica», su obra maestra. Desde ese cuadro que es historia, que escribió la Historia, y que es emblema de libertad, «Yo, Picasso» sigue alertando a los inocentes de la Tierra. En el corazón de este mundo trémulo, su clamor pictórico y vital tiene hoy, aún más entidad.
           Niño prodigio y superdotado; comunista y pacifista, o burgués. Tierno y cruel; amigo y traidor... aquella vez. Aunque ardió en su fuego, salió siempre ileso, él. Calcinaba a los otros. A las otras. Las mujeres eran sus diosas,  pero también, «frazadas para limpiar pisos» y «máquinas para sufrir». Sus ojos desorbitaban destinos. Lo rodeó la muerte y lo abrazó la vida, hasta los 91, cuando nos dejó. ¿Quién fue: Eros o Tánatos?
            Fue un chamán, un genio; el mayor artista del siglo XX y hasta ahora sin parangón. Pintor, escultor, grabador, dibujante, su obra fue decisiva para el desarrollo del arte, incluso para el diseño gráfico, la ilustración y el cómic. Ganó un dinero incalculable; mientras otros artistas morían de hambre, él vivía en castillos y, cuando sus obras los desbordaban, no las vendía: compraba otros.
           Se declaraba pacifista y fue miembro del Partido Comunista Francés, hasta su adiós. Pero si bien la obra del Picasso de los 20 años, refleja el desconsuelo de los excomulgados de la humanidad, el de  los cuerpos abismados, y el de los ciegos, después nunca mostró explícitamente un compromiso con el dolor universal. Hasta que  el demonio nazi aliado a ese otro amo de los infiernos —el Generalísimo español Francisco Franco— se encaramó en pájaros asesinos. Pájaros-aviones que bombardearon la ciudad vasca de Guernica el 26 de abril de 1937, y la muerte puso huevos en la herida. ¡Oh ruiseñor de sus venas! (García Lorca).
 El chamán Picasso reaccionó de inmediato en favor de los republicanos.  Henchido de ira y pletórico de arte, pintó el célebre «Guernica».  
  El «Guernica»— ese extracto de universo sin palomas. El «Guernica»— ese extracto de sangre, rebeldía y llanto, a partir del cual hay un antes y un después. Un antes y un después para la pintura; un antes y un después —o debería haberlos— en las conciencias de quienes miran esos tres metros de alto y ocho de largo, de arte, furia y piedad.
           Con esta pintura, nada más —y nada menos—, que está en el Museo «Reina Sofía» de Madrid, hubiera sido suficiente para la gloria del genio.
           El «Guernica» es un alegato contra la guerra, contra el terrorismo franquista y contra todo fascismo. La violencia, las madres, las mujeres, la maternidad, la sexualidad, laten en esa obra, como un retrato del espanto. Fragmentos de vidas y muertes, son pequeñas imágenes de la gran imagen de un caos organizado, en la obra suprema que exige Libertad. 
           De un lenguaje pictórico sorprendente, es el trabajo de un maestro de la composición que revela, a la vez, la mirada inocente de un niño.
           Así fue Pablo Picasso. De pequeño pintó como un adulto, y recién en su madurez, recuperó su mirada de infante: «Desde niño pintaba como Rafael, y me llevó toda una vida aprender a dibujar como un niño». Cierto, no es fácil recuperar la inocencia.
           Pero nunca estuvo solo para buscar su mirada virgen; un año antes de morir, cuando tenía ya 90, dijo que la muerte fue la única mujer que lo acompañó siempre. Y entonces, las trece diosas «oficiales» que fueron sus frazadas para limpiar pisos y que, sin embargo, lo amaron incluso hasta el suicidio... ¿Qué hicieron?     
  Dora Maar:"Después de Picasso, Dios"

 Animal en celo

                       Quiso ser libre como el mar, y resultó esclavo de su sed hacia todo y hacia todas. Como un animal en celo,  necesitaba de las mujeres,  con la misma potencia con que las mimaba primero, y maltrataba después. Se desesperaba por las adolescentes, quería probar toda forma de sexo, ahogarse de pasión para mejor emerger. Si hasta fue sospechado de homosexual por el novelista Norman Mailer. ¡Vaya «delito»!
           Después  de haber pintado «El picador»,  en La Coruña a los  cuatro años, se enamoró de Carmiña.  Él tenía diez octubres; ella es «La niña de los pies descalzos», cuadro que el Maestro conservó hasta su adiós.
           Jadeante de deseo y tórrido para sus delectaciones, de allí en más todos sus amores —¿sabía amar?— se convirtieron en pinturas. Por sus etapas: azul,  rosa, cubista, la de cercanía al surrealismo, la expresionista, las de las máscaras africanas —por todas, después de Carmiña— desfilaron muchas de sus mujeres. La cupletista célebre Josefa Sebastiá— «La Chelito»; las que surgieron de aventuras, producto de la frecuentación de cabarés de París, Barcelona y Madrid y más.
           Hasta que llegó —le llegó—  Fernande Olivier. Con ella convivió en el barrio de  Montmartre, en París, pero se escapó del hogar para crear otro con Eva Gouel, a quien llamaba «Ma Jolie» («Mi Linda»).
Geneviève 

1917 le regaló a Olga Koklova, bailarina del ballet ruso, al que abandonó por Don Pablo Ruiz Picasso, llamado así hasta que —por rechazo hacia su padre— comenzó a firmar sólo son el apellido de su mamá. Al año siguiente se casaron: la princesa fue la única esposa de Picasso ante la ley; a partir de entonces, se integró la «alta sociedad» y vivió como un burgués. La rusa aristocrática, se había presentado ante él, altiva:

           —«Soy Olga Koklova, la sobrina del Zar», tronó como si susurrara, al tiempo que descubría su escote de aguas sediciosas frente al sediento de toda sed.
           Bellísima sobre su metro 55 de estatura, en las obras de su esposo apareció como una tonta, empecinada, e insatisfecha. ¿Existe la realidad o existen los ojos que la miran?
            El primer hijo de ambos, Paulo, nació tres años más tarde, y ayudó a  disimular el fin del amor, que se anunciaba. Con sus monerías infantiles, regocijaba a las arenas de la Costa Azul, al tiempo que la decadencia de la pareja encontraba su apogeo. 
           Como si su vida hubiera sido un best-seller, la historia del Genio estuvo signada también por la tragedia.         Paulo, con quien siempre había sido indiferente, murió de cirrosis y alcohólico; y —por una perversión del destino— su nieto Pablito se suicidó el día de la muerte del artista, pues Jacqueline Roque, su última y dictadora compañera, no lo dejó entrar al funeral. El pequeño bebió cantidades de lavandina, y se fue de la Tierra... ¿Con su abuelo, a Dios?
           Picasso había fumado opio en París con Apollinaire, Mirbeau, Lautrec y Modigliani. Buscaban semillas de sueños para sembrar la aurora. Fumaban para soñar. Y como un sueño llegó a su vida Marie-Thérèse Walter, cuando ella tenía 17 años y él 46. Era 1927.
           El deseo erótico se sumaba al placer de la aventura; el secreto de los encuentros era absoluto, para evitar problemas con la ley, por la edad de la adolescente. Cuando nació María concepción, Maia, la hija de los dos, Olga fue abandonada. Y también, a su turno, Marie-Thérèse, quien, sin embargo, siguió asistiéndole con devoción: le cortaba las uñas y el pelo y las guardaba, en un orden cronológico estricto, pues él temía que le hicieran brujerías. Escribió a su amado durante treinta años; y finalmente, cuando él murió, se suicidó  en la casa de Picasso en la Costa Azul.
  Françoise Gilot
Los ojos verdes de la fotógrafa yugoslava Dora Maar, le llegaron de la mano de Paul Éluard y su dulce esposa Nush, quienes los presentaron en un café de París. Corría 1936 y el chamán cayó rendido ante su belleza e inteligencia. Pero... ¿Es que él se rendía ante algo o alguien?
           No, también desertó de aquella mirada esmeralda, para tomar de la mano a Françoise Gilot, la Femme-Fleur en 1943, con quien tuvo otros dos hijos: Claude y Paloma.
           Dora, brillante y talentosa,  había fotografiado toda la etapa del Guernica, mientras sufría escenas de celos, que continuaron después de  la separación. Cada vez que él la encontraba con alguna posible pareja, hacía escándalos mayúsculos; para su delirio, cada mujer llevaba la «marca Picasso» y a ella se debía. Dora terminó en un manicomio, y finalmente se hizo profundamente religiosa.
             Con Françoise Guilot vivió en Antibes, en la Costa Azul de Francia (Alpes-Provence-Côte Azur); pero ella -40 años menor que el Chamán, lo dejó, para casarse primero con el 
artista Luc Simon en 1955; y más tarde con Jonas Salk, el pionero de la vacuna de la polio; con quien vivió hasta la muerte de científico, en 1995.
           Pero fue Jacqueline Roque, su última mujer, la única que pudo dominarlo, bueno... apenas un poquito; trató de aislarlo de sus amistades, hijos y nietos, lo acompañó hasta el final. Después de la muerte de Picasso en 1973 en Mougins, Francia, se pegó un tiro, pues no encontraba un sentido a la vida, sin él. Están enterrados juntos, en los jardines del Palacio de Vauvenargues, que Picasso había comprado, pero donde nunca había vivido, en la Riviera Francesa. Mientras se comía la vida, sin saberlo, había preparado su propio sepulcro, suntuoso.

El arte a quemarropa

           Casi todas sus mujeres escribieron libros sobre él. Pero cuando Françoise Gilot, publicó «Mi Vida Con Picasso»,  él no quiso ver nunca más a los hijos de ambos, Claude y Paloma. Con la única que se frecuentaba a veces, era con Maia, hija de Marie-Thérèse, se recordará. Ya grande, ella reconoció que su padre hubiera deseado guardar consigo a todas las mujeres; como un coleccionista, las clasificaba por color, forma y espíritu. Como a las mariposas.
           ¿Cuál de sus mujeres fue la más amada, si es que amó a alguna, más allá del ansia de poseerlas todas? Quizás lo fue la más oculta, la poeta Geneviève Laporte, más de 40 años más joven que él, bella, refinada, sutil. Aparentemente la relación duró un lustro, pero jamás la olvidó. «Nunca podré ser más que tus pinceles /Ser obra de tus manos /Estar dentro de ti», reza un fragmento de alguno de sus poemas para él.

           Pero todas le escribieron versos. Y también él escribió, entre cuyos libros, el más conocido es la obra de teatro «El deseo agarrado por la cola». Él lo podía todo. ¿Todo?
Picasso y Braque

 El poeta Guillaume Apollinaire lo escuchaba y acompañaba, con el afecto de los amigos verdaderos. Curiosa vida: en 1911 un empleado suyo robó algunas estatuillas del Museo del Louvre y las vendió a Picasso. Apollinaire fue detenido por la policía francesa y el genio fue llamado a declarar. Dijo no conocer en absoluto al poeta. Fue una traición.

           ¿Y cómo llamar a las expresiones de Joan Miró, cuando, con su esposa Pilar, se enteró de la muerte del gran Maestro? «Pilareta —se alegró — desde ahora el número uno soy yo».
Cada palabra es un autorretrato: aquí, el de Monsieur Miró.
           Pablo Picasso dejó un imperio y sus herederos viven en torno de su fortuna; salvo Paloma Ruiz Picasso, hija del pintor y de Françoise, que tiene su propio imperio de fragancias, joyas y bolsos. A ella le correspondieron 30.000 millones de la herencia, es dueña... hasta de rascacielos y, con su hermano Claude, compraron la isla Petalious en Grecia, a la cual casi no van.
Françoise Gilot con Claude y Paloma

Amaba a su papá: le importaba su inteligencia y su bohemia; ríe cuando cuenta que —ante ciertos gastos— le escuchaba siempre la misma  respuesta: «¿Crees que eres la hija de Rockefeller?».
           Picasso, ¿Eros, Tánatos, o ambos? Quizá ninguno. Picasso era un genio, y a los genios no se los suele medir con la misma vara que a todos. Tienen la «pasión del Absoluto», de la que escribió Louis Aragon, aunque no se refería a ellos. Son seres para quienes nada es suficientemente «algo».
            Aunque tengan una vida social activa, están aislados. Necesitan encontrar-se en la soledad, su único lugar posible. ¿Saben amar? El arte es un amante tan exigente que quiere al hombre todo entero, según Miguel Ángel Buonarroti. «Nunca podré ser más que tus pinceles», había comprendido sabiamente Geneviève. 
           ¿Hay un lugar cierto para alguien más, en la vida de un genio o de un artista? No, salvo si ese alguien sólo acompaña como una   «frazada para limpiar pisos»; o si es capaz de no perder su propia libertad interior y de conservar su propio mundo, en lugar de subordinarse al genio y dedicarse a la ceremonia de su adoración. Una de las pocas excepciones fue la conducta de Johann Sebastian Bach, quien tuvo una cotidianidad aparentemente normal. No hay muchas más.
           Aunque transiten las sombras, ellos tienen gula de luz. Tienen furia de hurgar en sus propias ventanas, hacia adentro, para encontrar ese nido celeste. Esa parte de Infinito que justifica y explica el arte, para de vivir entre el cielo y la tierra con aspiración de eternidad.
           El mundo es hoy una boa devoradora de vidas. Pueda Picasso, pueda el «Guernica» estremecer otra vez  el corazón del hombre. Y que la Justicia  «rompa sus andrajos grotescos de farándula, se escape de la pista, se meta por la puerta falsa, donde los mercaderes del mundo dirigen los destinos del hombre, y esa Justicia, pida la palabra» (León Felipe).

*Cristina Castello, en «Playboy» México - Enero 2009

miércoles, 3 de febrero de 2016

Cristina Castello: mi nacionalidad francesa. Francia, Patria de mi follaje; Argentina, Patria de mi raíz


 Francia es la Patria de mi follaje. Argentina es la Patria de mi raíz



Fui sedienta a París y de tanta sed casi muero.
Pero quizá porque ardo en mi fuego.
Quizá porque me aferré a la vida 
del otro costado del vuelo
con terquedad de aurora,
morí y renací en París.
Y tanto la amo.
Amo su dignidad de flor silvestre
y su altivez de  aurora.
Mi  paso por sus calles no fue un paso.
Fue una huella, un surco,
una interrogación, una confianza y esos ojos.
Y París me retoñó, reverdecida.







Palais Lascaris- Ceremonia del 22/01/2016, durante la cual recibí de las autoridades de la República de Francia, mi nacionalidad francesa.
















El Condado de Niza que entra en el regazo de la República francesa en el año 1860 - En Palacio Lascaris.

















Mientras escuchaba las palabras de las autoridades, muy cálidas, con los valores fundamentales de la República Francesa.
Estuve muy conmovida, pues vivo un amor loco con Francia. 










En la carta de François Hollande, presidente de la República, dirigida a todos los nuevos franceses, dice, entre otras cosas, que, como franceses, también accedemos a la ciudadanía europea; y que participaremos totalmente en la gran aventura de la construcción de Europa.// ¡Podré votar también en Francia!! ¡Bravo!
 














La Declaración de los Derechos del Hombre (Humanos) -1789
















Cantar  La Marseillaise, con mis compatriotas franceses,
fue una gran conmoción espiritual.











Tengo dos Patrias y amo a mis dos Patrias, intensamente
A Francia le di mi poesía, mi compromiso y todo lo que pude aportar a su Cultura. Francia me dio mucho, inmenso.
Y en París conocí a André Chenet, poeta francés, mi amado, y a los tres meses nos casamos.
A Argentina le di y doy todo.
....
"La República es una idea, la República es un principio, la República es un derecho. La República es la encarnación misma del progreso" (Victor Hugo)

22/01/2016

lunes, 14 de diciembre de 2015

El horror y la luz en la vida de Cristina Castello, en diálogo con Arturo Cavallo

Captura de pantalla que hizo mi esposo, André Chenet, desde Francia: puro amor
Siempre digo que todos tenemos en la vida uno, dos, o más momentos de fractura. No se sale impunemente del horror ni de la belleza. Se sale mejor o peor, según el material de resistencia espiritual de cada uno. 

Arturo Cavallo, periodista y productor,  hombre de ojos que saben ver- apuntó a esa parte de mi ser/vida. A una de las bisagras que marcó uno de mis «antes» y de mis «después». 
Prodigiosa vida que, mientras vivía yo el «antes» de horror, me preparaba y anticipaba el milagro de un «después» de luz. Tanta luz. «Pues la belleza no es nada/sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces/de soportar, lo que sólo admiramos porque serenamente/desdeña destrozarnos.» (R. M. Rilke).

En nuestra charla, que pueden ustedes ver/escuchar en tres bloques cortos, están presentes el periodismo y algunos colegas, como Jorge De Luján Gutiérrez,  Raúl Burzaco, y tantos,nombrados o no (no mencioné al queridísimo Hugo Ferrer), pero siempre en mí;  y siempre la poesía; y siempre las manos abiertas hacia mis demás. En suma, las tres razones de mi vida… Y más: mis dos ciudades: Buenos Aires y París, anécdotas con mis entrevistados… y hasta alguna travesura que filtré, sobre la actualidad política.

Un viaje al ayer, que no es recuerdo sino vivencia, en maridaje perfecto con mi hoy, que tiene mucho que ver, también, con la vida de mis dos patrias: Buenos Aires, la patria de mi raíz y París, la patria de mi follaje. 
«Y porque a veces me pasan estas cosas, la vida, me miro a los espejos y Dios me reconoce» (Rafael de León).
                       Cristina Castello


La entrevista, aquí: 

Primer bloque: 14 minutos
El diálogo comienza en el minuto 
02:52


Segundo Bloque: 15 minutos


Tercer Bloque: 24 minutos


oooooooo

Cristina Castello es una resiliente
por Arturo Cavallo

Es una resiliente.
Camino a la redacción de la revista "Gente", donde trabajaba, fue atropellada por un auto. A partir de ahí se reinventó.
Después de dos años de aquel corte en su vida, entera “por dentro y por fuera”; volvió al periodismo que había empezado casi de niña, y mientras estudiaba la carrera, al que no dejó ni siguiera cuando se hacía alguna "luz" entre una y otra operación de aquellos fatídicos tiempos; los entrevistados -primeras figuras del quehacer nacional- sentados al lado de su cama de convaleciente, debían arreglárselas para responder a sus preguntas, siempre a fondo y sin concesiones.
Había trabajado en todos los medios gráficos de Córdoba, y –en Buenos Aires desde 1982, en aquel “Tiempo Argentino” de Raúl Burzaco, en “Gente” en “Viva” de Clarín y otros varios medios escritos. Docente de La Entrevista Periodística, también son de su responsabilidad su programa de tele “Sin Máscara”, de radio, “Convengamos que… con Cristina Castello”, sus columnas en otras emisiones, etc.
Entre el 76' y el 83'  -y también después- padeció el horror y la amenaza, sólo por luchar con la palabra, por la Democracia. 
Poeta –cuatro poemarios bilingües publicados en París- y periodista por esencia, con más de una década viviendo en Francia, desde donde trabaja para medios de ese país, de España y de Méjico.
Es Cristina Castello en diálogo con Arturo Cavallo en «Abrazos, mañana, tarde y noche» martes 10 hora 13 en en Veo Radio 
www.veoradio.com.ar y porwww.arturocavallo.com.ar. Repetición sábado hora 10 y en diversos días y horarios en distintas radios de AM y FM de provincias. En bloques horarios en radios internacionales.
Primer bloque: 
https://www.youtube.com/watch?v=c026IXc-FPc
Segundo bloque: 
https://www.youtube.com/watch?v=9eNQCXw_Sjo
Tercer bloque: 
https://www.youtube.com/watch?v=fSxWoK91oy8