miércoles, 11 de marzo de 2015

«Orage/Tempestad» de Cristina Castello, por Brigitte Maillard

«La tensión de este poemario es espiritual»


Cristina Castello entra en poesía por la vía del trueno
Siguiendo los pasos de Orfeo busca verdad.
La que nacerá de esta explosión y dará a las palabras
El gusto del ser. L’orage es una lumbre inexorable
La herida atraviesa este poemario y la herida atraviesa la boca del poema
Su bramido enciende el cosmos 
Con el corazón palpitante, esta mujer grita música, que canten las ciudades...

«(...)¡Vamos! Vamos a inflamar despertares
A descender a los abismos del hombre
Y a remontar sus faros de Bien (...) » 

Luego viene la intensa travesía desde Alborada hasta Cisne nocturno
entre Arpegios, salmos, arpas, laúdes
 el llanto de los excluidos
Y nuestras manos enlazadas son una oración

La tensión de este poemario es espiritual.
Al leer Orage/Tempestad aparece Cristina Castello,
una mujer para quien la poesía es una pasión vital.

« (...) Que la poesía del silencio
Sea la voz rompiente
Escribir para destruir el mundo
Y construir la vida.

Para inventar
Una segunda eternidad.


Grisée*

Quiero irme al tiempo al viento
A mí misma regresarme.
Estoy ebria de luz y veo ciega
Este mundo de silencio oscuro
Entonces clamo, como loba aúllo
Un lugar
En la agenda de Dios.

Buenos Aires, 4 de marzo de 2007

* grisée = embriagada


Arco iris

Una página se cierra para multiplicarse
Tallada con mi cuerpo sangre y alma.
Me voy con los rosales quijotescos
A la caza de una inocencia redentora.

Por la selva de mis venas canta el arte
Y me lleva al son de la última marea.
Tal vez l’orage*sea lo único que exista
Para desatar al arco iris de la sombra.
Desnuda levedad luz que unge la vida
Me voy a buscar otras palabras.

Buenos Aires, 11 de abril de 2007

*l'orage = la tempestad


Ver el artículo  de Brigitte Maillard, « Monde en poésie »
Artículos publicados en la revista en línea Danger Poésie
Orage/Tempestad es un poemario bilingüe
Publicado por las ediciones BOD en 2009, 12 euros
Traducción del español (Argentina): Pedro Vianna en armonía con  la autora
Frontispicio : Antonio Gamoneda
Prefacio : Thiago de Mello

Traducción del francés: Denise Peyroche


CRISTINA CASTELLO el cristal: «Soif/Sed»

CRISTINA CASTELLO: EL «CRISTAL» CON QUE SE VEN
            TODOS LOS COLORES DEL ARCO IRIS

Su madre, Rosita Batmalle, decía de ella, cuando niña, que era como un cristal, y así la llamaba. Quienes conocen en persona a Cristina Castello ―entre ellos, la autora de estas líneas― saben que Rosita no se equivocó. Cristina tiene la fragilidad y la dureza, al mismo tiempo, de los cristales. Es fuerte y débil, blindada y vulnerable, endemoniada y angelical. Como su poesía, que acaricia y golpea en un solo acto de amor e insumisión; como su voz a la hora de recitar (lo propio y lo ajeno), siempre vigorosa, pero también siempre resquebrajada por el sentimiento ―sea piedad, alegría o dolor―, que nos contagia hasta el tuétano; como su prosa periodística (casi poética, por lo demás), llena de puñetazos contra las realidades miserables de este mundo, que se convierten en abrazos cuando la vida ―en contadas ocasiones, es cierto― permite que asome un acto de ternura, de amor, de comprensión o de luz. Esto es sobre todo evidente en sus más de tres mil entrevistas (para la prensa, la radio o la televisión), un género del que es maestra, quizá la mejor entrevistadora del país, y que de hecho enseñó a docenas de jóvenes estudiantes de periodismo que la admiraron entonces y la siguen admirando con fervor hoy. Y es que en las entrevistas Cristina no perdona cuando no hay que perdonar, y en cambio se entrega mansamente cuando su instinto ―sus dotes de «brujita buena», como ella misma dice― le dicta que hay que hacerlo así porque el ser humano que tiene enfrente es eso, un ser humano, rara avis en medio de la mediocridad y la tontería propias del siglo de las «máquinas inteligentes», esas máquina que, según parece, han dispensado al hombre de la obligación, la responsabilidad y la dicha (aunque tantas veces se convierta en infelicidad) de pensar. 
Ahora esta bella mujer ―en cuerpo y espíritu―, conocida mundialmente gracias a su no menos bella página web [www.cristinacastello.com], acaba de publicar en papel una selección de poemas, algunos difundidos ya a través de su propio sitio, o de miles de «hipervínculos» que remiten a éste ―o por distintas antologías también impresas―, y otros que aún dormían en la intimidad de su computadora, a la espera de que alguna circunstancia, alguien, algo, los despertara y los hiciera volar como los verdaderos pájaros que son: palomas de paz, águilas de guerra o ruiseñores de amor, según los destinatarios o los temas. Y este orden de seres alados es precisamente el que rige de manera tácita la sucesión de los títulos, ordenados en tres series (o «movimientos») bajo tres austeros números romanos que, al igual que el Oráculo de Delfos, sugieren, pero no declaran.
De las «palomas de paz»: Música / de tostadas crujidas / con dientes de leche / Dicha de cristal al sol / La imaginación insomne / Duerme con los pájaros / Hilvanes de vuelo. («Rocío»).
De las «águilas de guerra»: La muerte se maquilla / Se viste Se alboroza / Acaricia guadañas / en dicha de campanas / en gula de ojos niños / y hambrienta por vivir / Le organizan la fiesta / satanes del Poder / La muerte siente víspera / de almas rocío de cristal / La muerte quiere Imperio / de cosmos y no cosmos. Servidumbre de muertos / que arrulla su puñal... («Inminencia»).
De los «ruiseñores de amor»: Renacida en vos / Mi hombre nuevo. / Toda yo te estreno. / Emigraste de tu tierra / De cumbres y de faros / Y me estrenás de nuevo / Vida. / Inmigraste a mi alma / Vacante. / Deshabitada al fin / De la ausencia / Que anidó sustancia viva. / Ahora / Vos. / Transparente. / Te estreno / Como víspera. («Debut»).
El libro de poemas de que hablamos se llama «Soif» (Sed, en francés) y ha sido publicado en edición bilingüe (francés-español) por la editorial de París L’Harmattan, dentro de su colección Poetes des cinq continents (Poetas de los cinco continentes). Las ilustraciones son del gran pintor argentino residente en París, Antonio Seguí, exclusivas para «Soif». 
Al estilo de una narradora de la antiquísima tradición oral, o de un trovador de la Edad Media, Cristina Castello no había dejado nada, hasta el momento, a la letra impresa, salvo las ya citadas antologías que recogen partes dispersas de su obra. ¿Discreción? ¿Modestia? ¿Intimidad? ¿Necesidad? ¿Azar? Sea lo que fuere, se trataba de una «injusticia poética», reparada a tiempo por su contrario, que es, por así decirlo, el acto de justicia que la Poesía ejerce con todos los poetas de verdad. Y ella forma parte de esta raza ―la de un Baudelaire, un Machado, un Withman o un Donne―, como su sed, su «Soif», ahora indeleblemente, lo confirma.  
                     
                 Sarah Braff  
Publicado en «Buenos Aires Times», febrero de 2005

lunes, 9 de marzo de 2015

Jornadas internacionales de estudio consagradas a la poesía de Cristina Castello y de Gezim Hajdari en Montpellier

* «Palabra estrellada» -Sobre la poesía de Cristina Castello
  Universidad Paul Valéry -Montpellier.
  Por una poesía de la utopía:
Escritura, frontera, migración


Miércoles 16 y jueves 17 marzo 2011

Equipo de acogida :  LLACS (Langues, Littératures, Arts et Cultures des Suds)
Département d’Italien et de Roumain
SCAC
Maison des Relations Internationales de Montpellier
Jornada de estudios: Flaviano Pisanelli

Jueves 17de marzo 2011 (sala Jourda)

10H00  Flaviano Pisanelli (Université Paul Valéry)
          Acogida de los  participantes y presentación de Cristina Castello

10H30 Pascal Gabellone (Université Paul Valéry)
            «Palabra estrellada»- Sobre la poesía de Cristina Castello
           
11H00  André Chenet (escritor y poeta)
          Exil de la poésie – Exilio de la poesía

11H30  Cristina Castello (poeta)
          Écrire pour détruire le monde – Ecribir para destruir el mundo

12H30  Debate animado por Myriam Carminati (Université Paul Valéry)

13H30  Pausa almuerzo

15H00  Lectura poética de textos de Cristina Castello, André Chenet y Pascal  Gabellone

16H00  Clausura de los trabajos