martes, 28 de noviembre de 2017

Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor la han perdido...


Si...
Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor
la han perdido y te culpan a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también aceptas que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no incurres en el odio.
Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.

Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso,
y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,
tergiversada por villanos para engañar a los necios.
O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida,
y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.

Si puedes apilar todas tus ganancias
y arriesgarlas a una sola jugada;
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,
a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados,
y así resistir cuando ya no te queda nada
salvo la Voluntad, que les dice: "¡Resistid!".

Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
O caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable minuto,
con sesenta segundos de diligente labor
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y —lo que es más—: ¡serás un Hombre, hijo mío!

Rudyard Kipling 
Œuvre : Odilon Redon

viernes, 24 de noviembre de 2017

Carlos Monzón: el campeón/ el matador- por Cristina Castello


«Siempre les pegué a todas y nunca pasó nada»

El ´último 7 de noviembre se cumplieron cuarenta y cuatro años de su coronación como campeón mundial de pesos medianos.
Lleno de dinero y poblado de vacío, el 26 de febrero del '87, en una de las varias entrevistas (de coyuntura) que le hice, me dijo:
«Sin mí, Alicia Muñiz estaría desprotegida. Yo la protejo»
Entonces estaban separados, pero volvieron al amor; lástima...
Carlos Monzón asesinó a Alicia Muñiz, su esposa el 12 de febrero de 1988.
«Les pegué a todas y nunca pasó nada», dijo, después.
- ¿Quién es usted?
- Carlos Monzón, el campeón.

- De aquello sólo queda el recuerdo, ¿qué hace ahora?
- Nada.

- ¿Qué es "nada"?
- (Se ríe) Me levanto a las diez u once, voy a "La Cuyanita" -el boliche de un amigo, en Martínez- después vengo al Luna y antes de dormir paso de nuevo por el bar.

- Tiene una vida distinta a la que usted cree haber tenido en su anterior reencarnación, cuando dice haber sido un gladiador romano…
- Sí, en mi vida anterior tuve que bancármela y pelearla -desde los doce años- para salir adelante y ayudar a los que quiero; y ahora también: banco a todos, con mi plata.

- ¿En “La Cuyanita” juega al tute?
- Sí, y al billar, y al truco. Cuando me voy paso a veces por la Recoleta para tomar un whisky y después, a mi casa: si todavía hay televisión miro un poco, o duermo.

- Trabajó en cine y en el teleteatro "Pelear por la vida". ¿En qué quedaron los otros  proyectos similares?
- En nada, porque ahora ofrecen dos mangos y yo soy muy caro. Me llamaron varias veces, pero yo no pienso trabajar ocho horas si no me conviene lo que me pagan. Quiero dólares, muchos dólares.

- Para exigir habría que dar, ¿no le parece?
- (No sabe/no contesta).
Con Alain Delon


- Alguna vez estudió con el actor Carlos Muñoz, ¿no piensa seguir?
- No, no tengo ganas.

- Es una buena razón, pero está por hacer una película con Moria Casán.
- Es probable. Me llamó el director  Daniel Tinayre y tiene que mandarme el libro: si me gusta voy a aceptar, pero será para abril, porque por ahora quiero seguir así.

- ¿Sin hacer nada y vaciado de alma?
- Sí, lo único que quiero hacer es acompañar a Darío Matteoni -uno de mis dos pupilos y campeón argentino, igual que el otro- para su pelea en París. Iré en marzo, volveré a Buenos Aires por quince días y después viajaré a Italia para hacer una publicidad de la RAI:

- ¿Para seguir viviendo el mundo del show?
- Para que me den mucha plata y ropa de la mejor; por eso acepté. Quiero más plata, mucha más.


- ¿No le gustaría tener un proyecto de vida, algo que justifique su paso por el mundo?
- No, porque tengo todo.

- ¿Qué es “todo”?
- Fama, plata, buena casa y buen auto. ¿Qué más quiero?

- Le falta una creencia, algo que dé sentido a su vida...
- No, yo tengo fe en Monzón. Y en Dios: todas las noches beso el crucifijo y al día siguiente le pido que me dé vida, para seguir manteniendo a mis  hijos y a mi madre.

- ¿Siente amor?
- No, ninguno,  salvo por mis hijos y por mis nietos.

- ¿No le gustaría despertar con una mujer, con la misma dicha del amor en la noche?
- No. Cuando llego a mi casa tomo una pastilla, abrazo la almohada y me duermo, y si quiero otra cosa, busco una chica y la llevo a mi casa; y al otro día ella se levanta y se va. Eso es lo que quiero, ¿para qué más?

Carlos Monzón, padre de Maxi,
En carne viva

-¿Quiere que su hijo sea boxeador?
- Que Dios no lo permita: que sea cualquier cosa, menos boxeador.

- ¿Por qué?
- Porque es un deporte duro y difícil. Tiene  muchas prohibiciones y sacrificios y de los mil que lo intentan, llega nada más que uno. 
Con Alicia Muñiz, su víctima

- Como usted. Fama y halagos, jet set y desierto en el alma...
- Sí, pero yo empecé en esto porque mi familia no podía mantenerme.

- ¿Usted tenía sueños?
-  Sí, quería tener plata. Y empecé con esto, porque mi familia no podía mantenerme.  Pero ahora tengo plata.

- ¿Qué mundo le gustaría para su niño?
- Uno parecido al de mi infancia, pero sin las privaciones que yo pasé.

- ¿La pelota de trapo y el campito de la esquina?
- Sí, un mundo lindo y simple, no como el de ahora con tanto bombardeo de la televisión. No quiero para él tantos juegos electrónicos, ni tan poca inocencia. Porque a mí  me gusta la democracia,  pero Argentina  está muy mal y los chicos tienen  demasiados peligros.

- Eso no es responsabilidad de la democracia, sino de un “modelo” que empieza a insinuarse en el Mundo…
-No sé cómo se llama. Pero en Argentina h no hay trabajo;  cierran fábricas y la gente no tiene ni  para comer. Y hay droga, mucha droga. Tengo miedo del futuro y por eso me esfuerzo en la educación de Maxi.


- ¿Le gustaría que fuera profesional?
- (Se le ilumina la mirada) Sí,  médico, y que me atendiera a mí, con una chaquetilla blanca. Quiero que sea importante.

- ¿Entonces?
- Maxi será doctor

 Alicia Muñiz, “la mejor de todas”

- ¿Qué pasó entre Alicia y usted?
- Nada, estoy solo, Me separé.

- Respóndame, por favor, ¿qué pasó?
- O la cansé yo, o me cansó ella. La relación se fue desgastando y no daba para más. Si hubiéramos seguido juntos, nos hubiéramos destruido. ¡Se acabó!

- ¿De quién fue la decisión?
- De los dos. Ella lloraba mucho y decía que no sabía por qué, hasta que un día los dos dijimos “basta”.

- ¿Y Maximiliano, el hijito de los dos? Alicia mira por sus ojos…
- Está hermoso, lo veo todos los días y no se ha dado cuenta de nada. Lo tengo conmigo hasta que se cansa y me dice que quiere ir con su mamá...

- Cuando la relación estaba mal Alicia fue a un psicólogo y él lo llamó por teléfono, pero usted respondió casi burlonamente...
- Sí, no creo en los psicólogos; mi psicólogo soy yo;

- Alicia quiso que usted fuera, para tratar de salvar la relación…
- Puede ser, pero el único psicólogo que tengo soy yo; si estoy mal me quedo en casa y -me dé o no manija- sé lo que tengo que hacer y al final se me pasa. Solo, quiero estar solo.

-  Cuando está solo, "Carlos se desbanda y se siente mal y desamparado", me dijo Alicia…
- No es cierto. La desamparada sería Alicia, si no tuviera un marido como yo: tengo mucha plata y le pago todo; y mientras yo esté vivo a Alicia no le faltará nada.
 
Alicia con Maxi, el hijo
-¿Qué quedó de aquello, cuando una vez la reconquistó con un ramo de jazmines?
- No quedó nada. Ya no la  extraño ni quiero volver con ella.

- Compartieron años, ¿ni un poco de afecto?
- Afecto sí -y ella a mí-, pero nada más. Pero de ese tema no quiero hablar, ya le dije, no insista.

- Vamos… sea sincero, ¿siente un poco su ausencia?
- ¡Uf, cómo insiste! Sí, es que Alicia me dio a Maxi, lo adoro y me es difícil acostumbrarme porque yo siempre tuve una mina al lado.

- Alicia no es “una mina”, es su mujer…
- Y bueno, sí, y quedé como amigo, como con todas las parejas que tuve; fui muy feliz los cinco años que estuvimos juntos y aprendí muchas cosas a su lado y ya está.

-¿Cómo es Alicia?
- Diez puntos.

-¿Y eso qué quiere decir?
-Que es una muy buena señora. Es buena, Alicia es muy buena. Alicia es toda buena. Siempre me ayudó: colaboraba conmigo para que estudiara los libretos, quería mucho a mis hijos y nunca quiso publicidad... 

- ¿Fue la mejor mujer que tuvo?
- Fue la mina que me aceptó sin ningún interés, la que me bancó...

- Alicia, la mejor, Alicia, un tesoro, pero no están juntos, ¿la falla está en usted?
- No sé,  con Alicia traté de ser mejor que nunca, cambié, fui otro y sin embargo no sirvió.

-¿No más mujeres?
-  No. Nunca tendría que haberme casado. Cuatro veces me casé y cuatro veces me equivoqué: nací para estar solo. Pero aun así, protegeré siempre, toda la vida, a Alicia Muñiz

Cristina Castello Publicado en Revista GENTE, 26 de febrero de 1987


¿Condena moral o piedad para él? Cada uno tiene la respuesta.
Una de las mías, sólo una, es que los países que pagan fortunas a sus deportistas y a superfluos del mundo del supuesto espectáculo;
los mismos que no piensan en científicos, artistas, pensadores, ancianos y niños, son grandes responsables; responsables del horror que viven los “campeones” vacíos de alma, como Monzón y tantos. Y de la omisión para quienes iluminan la vida del Mundo, con lucidez, sacrificio y Arte.

Alicia Muñiz era el amor mismo.
Decididamente, yo no digo “¡Dale Campeón!” 
C.C,




miércoles, 15 de noviembre de 2017

#MiLímiteSonLosJubilados- Llamado ciudadano a corregir errores- Cristina Castello

APOYO A #CAMBIEMOS Y APUESTO A QUE CORRIJA ERRORES

 Este blog, este Facebook, este TL, apoyan a #CAMBIEMOS, como siempre y más.
Estamos cambiando un sistema.
Nunca un gobierno hizo tanto en tan poco tiempo y en terreno minado.
Pero.. arden las redes, con razón, por el drama de los jubilados. 
Porque, con ellos, no se respetan las decisiones de la Justicia. 
Escribo a Cambiemos, desde Cambiemos, con afán de construir.

* Ruego que tengamos calma y serenidad, en estos momentos, cuando todo lo putrefacto estalla.
Es la putrefacción K, con la complicidad de sus votantes y de la izquierda vernácula.
* Estoy en un 90 por ciento de acuerdo con el gobierno que elegí.
* Creo que se equivoca fuerte con los jubilados. Se trata de una cuestión de distribución de lo que hay, de una mirada de justicia con respecto a las personas que tienen mucho más tiempo vivido, que el que les resta por vivir.
* No es sólo el bono de fin de año, que -que yo sepa- los K no dieron nunca.
* Se trata sobre todo de rever las políticas con respecto a todas las jubilaciones.
* Por ejemplo, no pagan las SENTENCIAS FIRMES ni, en algunos casos, las retroactividades que falló la Justicia.
* Investigué: NO LAS PAGAN... están haciendo en esto lo mismo que los K

* Pero, hay grandes diferencias.
* Tenemos un gobierno democrático, decente y republicano; tenemos un gobierno que está tratando de reconstruir entre las ruinas, vaciadas de todo bien, que dejaron los korruptos.
* Entonces, solicito al señor presidente Mauricio Macri, a Marcos Peña y a quien corresponda, que revean la actitud con las personas mayores.
Esto, daña a los mayores y daña al gobierno del cual, hasta esto, estuve orgullosa.

* Tantas veces el Gobierno rectificó su rumbo, lo cual me pareció de una enorme grandeza... * Tantas veces, que me permiten pedirle que lo rectifique una vez más,
*  
#MiLímiteSonLosJubilados* De todo lo demás, saldremos.
Tengo confianza en mi gobierno, sin olvidar que Cambiemos es: PRO + UCR + CCAri


Cristina Castello... palabras al pasar, escritas en FB en defensa y como llamado de atención ciudadana, a la COALICIÓN #Cambiemos
En FB, para ver respuestas, clic AQUÍ

martes, 24 de octubre de 2017

Martes 22 hs, Silvia Mercado en «MERCADO SIN PULGAS», en Crónica TV por Cristina Castello

Profesionalismo, excelente manejo de los tiempos, solvencia… Verdad, ese bien tan ausente en las pantallas. Periodismo de alto nivel.

Es Silvia Mercado, periodista y escritora prolífica.

Con  la naturalidad que le es propia –y aunque es su primera experiencia como conductora – parece nacida en la tele.
Su editorial abre cada emisión; luego hay una entrevista; enseguida una charla con colegas –la semana pasada muy bien elegidos-; y un cierre con mucha información; información que, por otra parte, está presente durante los 55 minutos de «Mercado sin pulgas» ; y que se intercala con noticias de último momento, con exteriores, y con las «placas rojas» de Crónica TV.
Cero aburrimiento, vértigo sin locura ni gritos, cero egolatría: Silvia tiene las manos abiertas, para darse a quienes la seguimos.
Periodismo potente y sin verso.

En este momento de la televisión, salvo honrosas excepciones, la trivialización del lenguaje y de la vida de los argentinos, envenena nuestra cotidianeidad. Sobre todo las calumnias, los «me parece»  y las opiniones a quemarropa, que  tantos «comunicadores» lanzan como si fueran palabras sagradas.

Lo que vemos generalmente en pantalla, es –como escribió el ensayista George Steiner- el triunfo del discurso segundario: todo es consumo, casi nada es ingestión. ¿Cuál es la diferencia?
Que con el mero consumo de falsedades que recibe la ciudadanía,  la política –que debería ser decente y docente- se presenta como un resumidero de todas las miserias; pierde su poder de implosión y provoca el descreimiento de la teleaudiencia.

En su editorial, Silvia Mercado tiene capacidad para decir todo, en minutos, con ritmo e, insisto, con verdad; lo mismo ocurre con la mesa de periodistas, y con la entrevista: hay pregunta, hay repregunta, hay diálogo: hay tensión –indispensable en los reportajes- en bien logrado maridaje con la gentileza y el buen trato.

“La causa de decir la verdad, es muy sanadora, porque hemos vivido en la mentira”, cuenta que le dijo nuestro presidente, Mauricio Macri. Silvia lo dice con la certeza del valor que tiene la sinceridad.

Muchacha corajuda, bien «armada» por dentro,  jugada, con todos los reflejos a flor de piel. Exquisita. Y con esa simplicidad que hoy es patrimonio de pocos, dice lo más duro o permite que la ternura la habite. Pero siempre y en cualquier caso sin máscara.
Con una mirada humana de la existencia,

Renace la república, renace la democracia, la esperanza toma cuerpo y, en el momento justo, nace un programa despulgado de todo mal.

Silvia Mercado nos muestra que otra televisión es posible.
Bienvenida sea a Crónica TV en lo que –quiero creer- será una nueva etapa de ese canal, que aporta –además- un buen equipo de producción.

@sinpulga
@SilMercado

Cristina Castello
24/10/17
 

jueves, 28 de septiembre de 2017

Raúl Soldi: «Dios me hace pintar» por Cristina Castello

Foto: Ramón Puga Lareo
Raúl Soldi tendría hoy (2018) 113 años. Le hice esta entrevista, hace 35; nos dejó en 1994. Vaya este diálogo, como un golpe de pincel, como una nota musical, como una palabra de amor.

Nota que no me fue fácil: cuando me iba, descubrí que el grabador no había funcionado; debí escribirla a pura memoria: no es un dato menor.
Además de su prolífica obra, pintó la cúpula del Teatro Colón de la capital argentina, tomó veintitrés años para hacer los murales de la Iglesia Santa Ana, en Glew (provincia de Buenos Aires), e ilustró numerosos libros de poesía y de música. 
Nunca envejeció: la pureza de su niño interior alumbró su vida

 «La pintura es como el amor. Se ama una sola vez»


« ¿Usted me había imaginado diferente?»
Aunque siempre obtuvo mi misma respuesta, Raúl Soldi reiteró varias veces la pregunta durante nuestra entrevista. Una manera, quizá, de justificar sus expresiones sencillas y el pudor  que le provoca su ternura difícil de disimular.
Tiene 78 años y está en plena tarea y alienta proyectos, como víspera de un mañana dichoso; y vive de la pintura, como desde hace treinta años.
Pero no siempre fue así; antes, la noche era para la pintura y el día para poder mantenerse: hacía decorados de cine.
Con ojos sin sombras, se ilumina en el renacer de aquella vivencia, en este diálogo.
Ser inocente no es mérito de muchos. Sin egoísmo, queja ni nostalgias, con ojos abiertos a la vida, con regocijo, me honró con su inocencia.


De la obra



 -«Mujeres con sombrero», se llama su última muestra, ¿así le gustan las damas?
- (Sonríe) Me gustan, pero esto fue una casualidad. Una amiga me mostró unos vestidos blancos y yo no resistí. Y la pinté. A partir de ese retrato surgieron los sombreros. Pero después los estudié, porque temí haber caído en el ridículo.

-¿Por qué?
 - Por el tema, pero ahora me gustan.

-Muchos artistas se fueron del país: Presas, Raúl Russo, Seguí, Bonevardi, Aizemberg... ¿Por qué usted no?
- ¿Y  por qué, si a mí me gusta la Argentina?

- ¿Quiere decir que acá hizo su obra sin dificultades?
-Tuve muchas, pero las enfrenté. Durante muchos años mi modus vivendi fue el cine, hice unos 2.400 decorados, ¿vio que en mi casa no hay cortinas?

- ¿No le gustan?
- Sí, pero me harté de colgar cortinas, no quiero poner ninguna más, nunca.

- Muchos jóvenes hoy parecen interesados sólo en exponer. Por “exitismo” pierden la vida: vivir  “en” arte, descubrir, aprender, le parece?
-Sí y es una pena. Creo que no dan al dibujo la importancia que tiene como base y cimiento…

-Ya lo decía Delacroix: "El color es la vida, pero el dibujo es el esqueleto,y la vida sin el esqueleto no existe..."
- Así es. Y  ni siquiera hace falta el lápiz o la carbonilla. También se puede dibujar con el pincel. Pero hay que dibujar, porque si no, no hay cuadro que resista.
 
La cúpula del Teatro Colón, de su autoría
-¿Se puede enseñar a dibujar?
-Sí, pero no a pintar, porque la pintura es algo sensorial, entonces... ¿Quién podría hacerlo? Ni siquiera quien pintó sabe cómo lo hizo. Yo mismo, cuando tengo que retocar un cuadro, lo mando a un restaurador. Nunca sé con qué colores jugué para hacer cada uno. 

- La pintura es una historia de búsquedas y hallazgos...
- Sí, y cuando se produce el encuentro, es como el amor. Se produce una sola vez.

- Pero muchos pintores se repiten. Se rinden a lo fácil...
- Sí, pero todo es distinto cuando la inspiración encuentra algo -porque en el arte no se busca, se encuentra- y ese "algo" aparece como un duende. Como un hermoso duende que da vueltas alrededor. Por eso muchas veces, cuando termino un cuadro, lo miro como si fuera de otra persona
y seguro que esa obra es la mejor, porque no es el recuerdo de otras.

- ¿Y con qué criterio elige los amores -sus cuadros-  para cada muestra?
- Siempre hago por lo menos el triple de las obras que necesito y después selecciono; y mi esposa es mi mejor consejera en ese sentido. Por a eso, cuando viene al taller y no comenta nada, parece que algo anda mal.

La pintura abstracta no existe


- Siempre fue figurativo. ¿Es fidelidad a un estilo?
- No, es que considero que la pintura abstracta no existe. Y la figurativa, automáticamente, es abstracta en cuanto a abstracción de la realidad.

- A ver....
- Digo que la pintura abstracta es un invento; alguien la inventó, los críticos o los especialistas.

- Y entonces Kandinsky, o Mondrian, o Klee y tantos, ¿qué?
- A Mondrian lo respeto como gran decorador pero más que en la pintura de caballete lo veo iluminando el muro; él hace el color del reposo. Y de Kandinsky me interesan el color y el movimiento; hace el color del movimiento.
 
En el Teatro Colón
- ¿Qué cuadro de la pintura de todos los tiempos, le gustaría en su casa?
- Si fuera uno solo, algo de Piero Della Francesca. De otras épocas, Van Gogh, Gauguin, tantos...

- ¿Y Sironi? Fue el primero que le hizo una crítica...
- ¿Cómo sabe tanto?  Es verdad, Sironi fue el primero que me hizo una crítica. Él era fascista y escribía en “Il Poppolo de Italia”, en Milán. Cuando yo expuse tres monocopias en la Bienal de Roma, me hizo unas líneas. Allá los críticos no son tan pródigos como acá. “Le Monde” de París hace un comentario semanal y dedica una, dos, tres, cuatro, o cinco estrellas a las exposiciones; aquella que merece cinco es la mejor de la semana.

- Cuando “Le Monde” comentó su obra, le asignó cinco estrellas…
(Con sorpresa) ¿Cómo sabe tanto de mí?

- Es mi obligación como periodista y es respeto hacia usted. Acá el elogio suele ser por las modas o sectario y desmesurado para algunos, e injusto para otros, ¿verdad?
- Creo que se utiliza un léxico demasiado rebuscado, con palabras que la mayoría de las veces, casi nadie, entiende. Se podría hacer el elogio o provocar el derrumbe de un artista sin apelar a expresiones tan complicadas. Los otros días leí una nota de Marco  Denevi donde repetía una frase de Rodin: “No me pregunten como lo hice”. Entonces, si él no podía responder... ¿cómo podría hacerlo otro?


¿Cómo vive Raúl Soldi?

 
 Iglesia de Glew con frescos de Soldi. 
- De sus estudios en la Academia de Bruera, en Italia, a Argentina. La diferencia con la enseñanza en Argentina es abismal, ¿verdad?

- Acá falta practica y horas de taller. En Italia hacíamos la Academia de 8 a 11 y de 14 a 17; a las 18, teníamos Historia del Arte; y una vez por semana, estudiábamos directamente sobre los cadáveres en el hospital.

 - Me cuesta imaginarlo entre cadáveres.
- ¿Y cómo no va a costarle?...Si cuando me toco levantar la mano de un muerto me desmayé; y después me llevaron afuera para que tome un Fernet.

- Familia de músicos la suya, sus padres, su hermana, su sobrina...infancia de pájaros y colores....
- Sí, yo tenía mi pequeño cuarto, dividido mitad y mitad. En una, copiaba cuadros de Quinquela Martín y de otros pintores; en la otra, hacía experimentos de física y química y fabricaba pilas. Una vez hice un telégrafo sin hilos, con un timbre viejo, y a través de él me comunicaba con un amigo que vivía en la otra cuadra de mi casa.

- Y hoy,  ¿cómo vive?
- No me gusta hablar de mí...

- Bueno, cuénteme del pintor Raúl Soldi.
- Usted querrá decir Raúl Cipriano Soldi.

- ¡Ah, se llama Cipriano! (Risas)
- Sí. Bueno, Raúl Cipriano Soldi va al cine cuando le recomiendan por lo menos cuatro o cinco veces una película, o cuando dan alguna que no necesita propaganda. Alguna de Fellini o de Zeffirelli, por ejemplo.

- ¿Se acercan a usted los jóvenes, en busca de consejo?
- Sí y yo les digo siempre que deben trabajar mucho y no apresurarse para exponer.
Foto: Ramón Puga Lareo

- Porque si exponen y tienen la mala suerte de tener éxito, la obra sufre las consecuencias...
- Exacto y fíjese que esas son las palabras que me dijo Saslavsky, cuando le pedí que me hiciera dirigir una película. Señaló que no tenía inconvenientes, pero que si “por desgracia” tenía éxito, dejaría de pintar. Pero si tuviera menos años, me gustaría dirigir, porque es apasionante. En el cine intervienen todas las artes: la plástica, por la fotografía; la música, por el sonido; la literatura, por el argumento y también la danza por el montaje, que es realmente fascinante.

- Y la poesía. Nunca se la nombra pero es el alma de todas las artes.
- Es verdad. Si no hay poesía, no hay arte.

- ¿Tiene amigos entre los pintores?
- Sí, por ejemplo Juan Carlos Faggioli, Cogorno y Ernesto Farina… ¡Qué rica bagna cauda cocina!

- Doy fe, es exquisita.
- ¿Vio usted? En cambio yo no sé cocinar... salvo unos tallarines a la pumarola,
pero no los amaso.

- Cuénteme de escritores y poetas.
- Más que a los escritores modernos, me gusta releer a Pérez Galdós, Unamuno, Lorca, Neruda, Juan Ramón Jiménez. ¡Y a Machado¡ ¿Sabe que él leía sus poemas a la cocinera, para que los aprobara o no? Y hacía bien, porque eso pasa también con la pintura; la persona que tiene la mirada virgen seguro que no se equivoca cuando elige un cuadro.

El arte internacional


- ¿Se puede hablar de una pintura argentina?
- No me parece adecuado, porque estamos en un momento en que el arte tiende a ser internacional. Además, la pintura suele ser el último orejón del tarro que se da en un país y la nuestra tiene que “caminar” mucho todavía. Pero no creo a esta altura, esto se produzca; los medios de comunicación son muy rápidos y hay muchas influencias... No se trata de pintar un gaucho, para que se hable de algo “nuestro”

- Bueno, nadie está libre de influencias, Poco se “dijo” después de los grandes....
- Sí y parece que las influencias vienen en los aviones... ellos las traen (risas)

- ¿Dónde están sus  miedos?
- No, creo que no tengo miedos. Estoy tranquilo, y el día que me tenga que morir... bueno, estoy preparado y no hice mal a nadie; claro, espero que allá arriba me traten bien, que no se equivoquen.

- Dios no se equivoca, ¿cree en Él?
- ¿Cómo no voy a creer en Dios, si Dios me hace pintar?  

                 Cristina Castello, en el diario
 “Tiempo Argentino”, 09/06/1983
                 Fotos de Raúl Soldi: Ramón Puga Lareo

jueves, 21 de septiembre de 2017

« Chorégraphie de cendres », poèmes de Françoise Ruban, par Cristina Castello

Toujours la résurrection

« Tout est changé, changé du tout au tout :
Une beauté terrible est née »
William Butler Yeats

  « Chorégraphie de cendres » est une plaidoirie contre tout ce qui tue la vie.
C'est résistance, au cœur de l'hécatombe qui secoue la Terre.
La résistance comme celle de Prométhée face au  supplice.
Supplice de mère :
Douleur sèche
Douleur animale
Pleur de la
Divinité
Pour Fabrice, le fils qui est parti en 2009 vers une étoile.
Fabrice et Françoise, non pas seulement une mère et un fils, mais deux identités en communion :




« Je regarde le ciel
nuages mouvants filants _____ s'étirant
symphonie inachevée
bleus et blancs chavirés
quand retentissent ces gris qui m'assourdissent
Je cherche
Un sens à cette existence
insensée cadence »

« Chorégraphie de cendres » n'est pas un chant au malheur puisque dans les strophes les plus douloureuses, scintille la sève vitale.
Poésie en « ligne droite » qui devient ellipse, courbe, spirale, tour, au sein même des régurgitations de la haine des criminels du monde :


« Dénoncer la haine la guerre meurtrière
Le poète jugé fou ou rebelle
a ordre de se taire
on le condamne à faire danser insouciance et légèreté
par les tyrans chorégraphie imposée
danse macabre pour la Muse esseulée »


Beauté terrible et terrible Beauté.
Étonnement, fureur, quand les sirènes hurlent aux crimes; ou quand la rage de la planète éclate à cause des morsures de l'homme. Ce n’est certes pas facile  pour notre poète aux mains ouvertes à l'amour, d’accepter que «cela» soit- aussi - la «condition humaine».
Et peut-être est-ce  la raison de toujours de la  résurrection :
«Et pourtant... vivre  »

Mort et résurrection, oui.
Chaque page est un stylet qui déchire la noirceur : l'horreur.
Parce qu'il y a aussi, l'océan et ses déferlantes; la musique, la peinture et les arts.
Parce que il y aussi la Nature des cocons s’éveillant ; mais  aussi et surtout, le sens de la vie comme une transcendance;  mais encore  des dieux grecs, des artistes et des géographies; et le fanatisme et Abel et Caïn ... et le pardon et la compassion.
La tension entre le prosaïque et l’Azur. Entre le terre à terre et le sublime; entre la finitude et l'Absolu...
Tout atteint ses sommets et ses abîmes presque simultanément;  Beauté terrible et  terrible Beauté, sont protégées par une grande tendresse:


« Au fil des saisons du ciel
j'écoute scintiller la Voie lactée
étoiles pétillantes d'un ballet lunaire interstellaire
Luna luna de tous les astres la plus mystérieuse
tu recueilles les pleurs de l'absence
tu inspires aux amants les plus tendres émotions
et des poètes tu deviens Muse
On te dit parfois maléfique __ Moi qui cherche
je te sais de mes nuits confidente »

Mort et résurrection, oui.
Synthèse des contraires, porte qui s’ouvre et porte qui se ferme.
L’insaisissable et le profane …
Le Pouvoir et la carence d’êtres arrachés de toute forme d'existence digne.
Vie qui
appelle la vie et mort qui sème la mort : Syrie, Irak, Grèce, Afghanistan… En France : «
A l'orée il y eut Charlie/Au crépuscule rougeoyant ce fut le Bataclan/
Le sang déversé…». La peste brune:

«  la terre ruissela rouge du sang répandu par les rues
En Europe ______ en France surtout
la peste brune déferle en vagues bleu marine
sur nos fragiles dunes »

« Qu'est-ce que  une feuille de papier ? / C'est quelque chose que tu ne peux pas tourner/jusqu’à  en  tirer la dernière ligne de toi même », dit une poésie russe d'auteur anonyme.
Bienvenu  «Chorégraphie de cendres», bataille entre Éros et Thanatos, qui se résout par la foi finale en une destinée.
C'est la dernière ligne de l'âme de Françoise Ruban.

« Célébrer le point du jour
lueurs magiciennes de l'aube
instant d'amour et de paix
Les mots chantent »

Cristina Castello, 21/09/2017
 «Chorégraphie de cendres»
Françoise Ruban
Blog de Françoise Ruban
©maquettes by association gens du monde
ISBN 978-2-919521-38-8
SIRET : 521 903 294 000 10
©Droits réservés éditions épingle à nourrice
 15 €

Image prise du site de Françoise Ruban
L’AUTEURE

Françoise Ruban est née en Bourgogne (France). Son père
cheminot, sa mère employée, ses racines paysannes et ouvrières,
n'auraient jamais dû, en ces années d'après-guerre, la
conduire à des études universitaires. Mais l'amour et la générosité
sans bornes de son parrain modifièrent un destin déjà
tracé. Une scolarité ouverte sur la vie et le monde au Lycée de
Montgeron, lycée-pilote fondé par Alfred Weiler dans l'immédiat
après-guerre, un homme exceptionnel avec des professeurs
à son image.
Puis c’est une année d'hypokhâgne au Lycée Fénelon à Paris,
et une licence de Lettres à la Sorbonne. C'est alors que Françoise
Ruban se passionne pour la littérature russe, la poésie,
découvre le cinéma d'Art et d’essai, le jazz, les petits bistrots
où l'on refait le monde !
Le Quartier Latin, fascinant et riche de découvertes et de
rencontres, l'amènera plus d'une fois à sécher les cours ! Par
nécessité puis par choix et conviction forte, Françoise Ruban
devient professeur de Lettres en lycée professionnel, heureuse
de transmettre sa passion à des jeunes gens issus de milieu
modeste et souvent en difficulté.
Le goût de la lecture, de l'écriture, de l'Art, ne la quittera
jamais.
En 2009, le décès injuste, cruel et inacceptable de son fils
Fabrice, renforce en elle l'amour de la poésie. Une porte ouverte
sur une seconde vie...